El médico de los presidentes

El médico de los presidentes

El Dr. Antonio Penados del Barrio falleció en esta capital la madrugada del 19 de junio. Las secuelas de un derrame cerebral fueron la causa de su muerte. Tenía 87 años. Y más de la mitad de su vida dedicada al ejercicio de su carrera: médico. Sus manos atendieron a centenares de peteneros, entre ellos, las víctimas de un fatídico accidente aéreo en aquel departamento.Penados del Barrio nació en 1921 en Flores, Petén, en una familia de descendientes de migrantes españoles que llegaron a Guatemala a dedicarse al comercio y explotación del chicle. Sus padres lo enviaron a él y a sus cinco hermanos a estudiar a la ciudad, al colegio San Sebastián. Se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras en el instituto Central para Varones. Su padre falleció en 1942, cuando él tenía 18 años. Mientras el Dr. Penados estudiaba en la universidad, vivió en la “Pensión Rivera” en donde coincidió con el oftalmólogo e historiador Wellington Amaya, y el revolucionario Ernesto Che Guevara, quien consultaba frecuentemente a los médicos de la pensión para conseguir la cortisona que aliviaba su problema del asma.Se graduó de médico y cirujano en 1951 y ese mismo año, que marcó varios cambios en su vida, se casó con Marta Ida Castillo, con quien procreó dos hijas, Ana Lucrecia y Coralia. También en 1951, cuando Guatemala estuvo entre los cinco países con mayor respaldo monetario a nivel mundial, Antonio dejó la comodidad de trabajar en el servicio social para marcharse a Petén. Y meses después, su hermano Próspero regresó de Roma, Italia. Y eligió la ciudad de Flores para oficiar su primera misa. El 27 de ctubre de ese año crucial, en Petén sucedió un accidente aéreo en el que perdieron la vida 27 personas. Ascensión Morales Cetina fue testigo del accidente: “Tono y su hermano Popi auxiliaron a las víctimas. Antonio, a quien requerían asistencia médica, y Próspero asistía espiritualmente a los fallecidos. Antonio operó esa noche a luz de vela a los sobrevivientes”.Impulsado por mejorar su preparación profesional, regresó a la capital en 1952. Meses más tarde viajó a San Francisco, California, donde se especializó en Traumatología y Ortopedia, bajo la instrucción del reconocido traumatólogo norteamericano Ralph Soto Hall, director del Saint Joseph Hospital. Se reincorporó al IGSS en 1956, como jefe del Hospital de Traumatología, dejó su posición, luego de 28 años, para hacerse cargo del departamento de traumatología del Hospital Militar, actividad que combinó con su labor en el Hospital de Rehabilitación de Niños de la zona 1. Y fungió, además, como médico especialista para los presidentes Julio César Méndez Montenegro, Carlos Arana Osorio, Kjell Laugerud García y Romeo Lucas García. En varias ocasiones le fue propuesta la dirección del Ministerio de Salud, pero nunca aceptó. Su lugar, solía decir, estaba al lado de sus pacientes.Organizó constantes jornadas médicas en Petén, donde promovió el progreso de la salud pública con distintas donaciones del exterior. En 1993, una operación en la columna lo alejó del servicio profesional. Se dedicó al cuidado de su familia, a la música y la fotografía. En 2005, una enfermedad en la sangre le impidió caminar, pasó los últimos tres años de su vida sin salir de casa. El Dr. Penados recibió a lo largo de su existencia varias distinciones: entre ellas la de Hijo Predilecto de Petén. También la “Medalla Monja Blanca”, por la atención médica prestada al Hospital Militar. Y fue condecorado con la orden “Rodolfo Robles”, en el período presidencial de Álvaro Arzú, por sus servicios a la salud pública guatemalteca. En vida recibió una cantidad significativa de homenajes. Y, sin duda, su recuerdo será permanente entre los peteneros: el hospital regional de San Benito, Petén, lleva su nombre en honor a los 42 años de servicio médico.